1.- LA GESTIÓN DE LAS SITUACIONES CRÍTICAS:
La prevención no siempre evita caer en una situación crítica, pero reduce la posibilidad de que éstas se produzcan y siempre minimiza sus efectos.
Tener previsto un plan de acción para el caso en que se sufra una situación crítica, no la convierte en inocua, pero minimizará enormemente sus efectos negativos sobre la organización.
Resulta evidente que si establecemos los medios para verla venir, prevenirla, informarla y controlar el flujo informativo, estamos desposeyendo a la situación crítica de sus características más importantes, la estamos haciendo “menos crisis“.
Cuando los socios y el equipo directivo tienen claro y definido qué es lo que han de hacer frente a una determinada situación, es mucho más probable que se dediquen a actuar acertadamente para solucionar el problema en beneficio de todos y de la empresa, en lugar de entrar en una guerra de mutuas acusaciones, desconfianzas, deserciones y enfrentamientos, que es el peor y el más común, de los efectos de las situaciones críticas sobre los miembros de la organización.