En conversaciones mantenidas con empresarios y máximos dirigentes empresariales, resultan recurrentes comentarios del estilo de “mi equipo no me sigue”, “parece que estén dormidos”, “se diría que la cosa no va con ellos” “no toman iniciativas”, “mis directivos no generan ideas”, “se les pasan cosas importantes”, “se mueven por inercia”, y un sin fin de comentarios parecidos en el mismo sentido que se podrían resumir en la frase del líder “cuando me doy la vuelta veo que estoy solo”.Leer más