
- La implantación de un sistema de objetivos debe cumplir con los requisitos de equidad y competitividad y resultar comprensible, asequible y manejable requiriendo una dedicación y una aplicación de recursos discretas.
- Para cada puesto de trabajo buscará la métrica más relevante, objetivable y fácil de medir, pero que al mismo tiempo permita vincular el grado de contribución de cada uno a los resultados de la compañía.
- El sistema de objetivos también debe considerar los valores de la empresa, como el trabajo en equipo y la orientación de las personas hacia la práctica de la Innovación y del Servicio al cliente, pero siempre desde la perspectiva de cómo afectan éstos a los resultados de la empresa.
- El diseño del sistema se materializa en:
- Objetivos generales a nivel de compañía.
- Objetivos individuales para cada empleado situado dentro del área de alcance del sistema.
- Correlación del importe de los incentivos individuales en función de la consecución de los objetivos generales.
- Nuestro enfoque contempla al Sistema de Objetivos e Incentivos como un medio de gestión de las organizaciones, constituyendo a su vez un medio de comunicación con los colaboradores y un contrato entre éstos y la empresa.
- Nuestra larga experiencia nos ha llevado a plantear la inversión de los papeles tradicionales entre mandos y subordinados, situando a los mandos al servicio de sus subordinados para ayudarles a conseguir sus propios objetivos en beneficio de la empresa.